Beatriz Bayo
Directora de RSC de Mango
Profesora Escuela de Negocios CEUCyL
La sostenibilidad es ahora lo que rige en gran medida la hoja de ruta en toda la industria sin excepción y el sector textil no podía ser menos. Sin duda, estamos viviendo una transformación progresiva pero acelerada de este sector……
Uno de los motores clave del cambio ha sido el convencimiento de que trabajar en cooperación hacia objetivos comunes es mucho más eficiente. Al contrario que hace unos años en que adherirse a iniciativas sectoriales era un valor diferencial y un factor competitivo importante, ha habido una evolución hacia el reconocimiento del valor de lo colectivo, de aunar esfuerzos, recursos, para trabajar de forma conjunta hacia unos objetivos globales de forma más eficiente. Claro ejemplo de ellos son el Fashion Pact, el UN Fashion Charter o el SAC (Sustainable Apparel Coalition) que han favorecido la colaboración transversal en toda la industria de la moda con el objetivo de reducir el impacto ambiental y trabajar alineados para la acción climática.
En este sentido, nos encontramos ante un nuevo paradigma, ante empresas que evolucionan hacia nuevos modelos con otros atributos que hasta el momento no eran prioritarios en las agendas.
Pero todavía quedan muchos más retos por alcanzar. La pandemia de la COVID-19 ha acelerado la transición hacia la sostenibilidad. La población cada vez está mostrando una mayor preocupación por los productos que consume y por tanto es más exigente con las marcas. De esta manera, el consumidor se ha convertido también en un agente de cambio para nuestro sector. La opacidad de hace años que tanto ha afectado negativamente a la reputación del sector, afortunadamente se ha ido difuminando dando paso a la transparencia como otra palanca de cambio. Cierta información se consideraba demasiado valiosa y delicada como para poder compartirla. Sin embargo, hoy no cabe duda de que cuanto más nítida es la empresa más confianza genera en sus stakeholders.
En todo este contexto de cambio, la innovación juega un papel muy importante. Para poder modificar algunos patrones, es necesario poner en marcha proyectos ambiciosos que contribuyan a minimizar nuestro impacto y alcanzar exigentes objetivos de sostenibilidad. Gracias a la innovación y adaptación de tecnologías y procesos sostenibles estamos creando colecciones que nos ayudan a reducir nuestra huella o a encontrar alternativas de producción y materiales más sostenibles que los convencionales.
Estamos sin duda ante un apasionante proceso transformacional de la industria de la moda. Solo podremos conseguirlo si realmente creemos en la sostenibilidad como eje fundamental de la estrategia de negocio, como requisito indispensable en la toma de decisiones, proyectando un alto grado de responsabilidad y compromiso.
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